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Comunicación y desarrollo organizacional

  • De Leisy González
  Publicado: 07 de marzo del 2012 | Actualización: 07 de octubre del 2022

El tener el “trabajo ideal” o ser parte de la “gran empresa” a la que nunca pensaste llegar a pertenecer, ya no son las razones que hoy en día mantienen y sostienen la antigua teoría de un “empleado feliz”. Este es un hecho que se está volviendo un estado permanente o situación común para muchos empleados tanto en México como en el mundo.

Las empresas pueden tener por objetivos principales incrementar la productividad, reducir gastos, resultados de calidad, concentración mayor de clientes así cómo conseguir más ventas y continuar con su crecimiento. Pero, de qué manera están actuando éstas a favor de sus trabajadores más allá de tener un puesto ideal, llegar a ser “la mano derecha” del dueño o percibir un salario incomparable para poder adquirir todos esos lujos y comodidades con las que un perfil social de trabajador exitoso contaría.

Algunos problemas comunes en una empresa pueden ser la actitud o carácter del jefe o los compañeros, en otro, los dolores de cabeza de determinadas tareas, los horarios, el salario, ciertos clientes o proyectos encomendados que resultan eternos, etc. Esto podría estar logrando por generar aspectos negativos en vez de positivos en el entorno laboral de los trabajadores originando causas que no precisamente son las ideales para el funcionamiento, desarrollo y efectividad profesional y organizacional tanto de la empresa como del trabajador.

Para tener esto más claro, pongamos un ejemplo. Apple Inc., exitosa empresa multinacional estadounidense fundada en la década de 1970, es una de las empresas mundialmente reconocidas y número 1 en ventas de muchos equipos electrónicos y software que han traído innovación y otra visión y perspectiva al mundo de las posibilidades en la tecnología.

Por lo mismo, se destaca por su gran demanda y solicitud de equipos por parte de sus clientes, logrando números que, en varios años, no se habían logrado ni imaginar. En números Apple, el año pasado, vendió más de 70 millones de iPhones además de 30 millones de iPads y 59 millones de otros productos. Cantidades realmente impresionantes.

La BBC, hace unos años, dio a conocer a través de varios reportajes, el caso de la empresa Foxconn, el mayor fabricante mundial de electrónicos por encargo en China y que tiene a su cargo la producción de productos de Apple Inc. Ésta sobresalió por las condiciones laborales de los empleados chinos que trabajan en las fábricas donde se ensamblan la mayoría de sus productos.

Las investigaciones arrojaron que la seguridad en estas plantas se ha puesto en entredicho después de una serie de accidentes fatales y suicidios, además de reportes sobre los extenuantes horarios de trabajo a los que los empleados son sometidos, pues trabajan 12 horas al día y seis días a la semana.

Foxconn, a través de su dueño, defendió el caso y remarcó que su empresa cuenta con todo lo necesario para tener a sus empleados en un lugar ideal, afirmando que en la fábrica hay servicios y espacios recreativos con atención y muchas comodidades, como una alberca para distracción y tiendas para que adquieran lo que necesiten. Señala también que se deben analizar las tazas y estadísticas internacionales, pues de acuerdo con expertos, la tasa de suicidios está dentro del rango normal, y que a pesar de la mala prensa, más de 8.000 personas solicitan trabajar para la firma cada día. Otras fuentes apuntan a que las condiciones laborales estilo militar son la causa real de los suicidios, pues se habla de que incluso no se les permite hablar o conversar mientras trabajan.

Este caso en especial fue tan controversial pues lleva a pensar el compromiso real que tienen y qué es lo que realmente están dispuestas a ofrecer este tipo de empresas que, se supone, tienen una organización, desarrollo, dirección y estructura cimentada en varios años de experiencia y consolidación, a costa de la producción y excesiva demanda que necesitan cubrir para seguir obteniendo el crecimiento y la proyección planeada como objetivo, aunque esto implique la vida de algunos de sus empleados.

Lo que si tiene que quedar claro es que “mayor tiempo laboral” no es sinónimo de ser mejor en temas de productividad, rendimiento y efectividad. La organización debe establecer un proceso de cambio planeado, es decir, un programa de desarrollo organizacional real y conveniente destinado a propiciar y mantener nuevas formas de organización y a desarrollar procedimientos más efectivos de planificación, de toma de decisiones, de comunicación en donde todas las partes evolucionen de manera equilibrada, dinámica y armónicamente. El desarrollo de la organización debe ser un proceso planeado en donde vayan de la mano las modificaciones culturales y estructurales.

Hay que plantear objetivos enfocados en mejorar el entendimiento y la dirección de las personas y organizaciones en el ámbito laboral con el objeto de priorizar actividades, rendir más y así evitar tener estos desequilibrios como en el caso de Foxconn.

¿Quién iba a pensar que trabajar para Apple tendría estos efectos, no?

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Autor Leisy González

Acerca del autor

Leisy González

De pies claustrofóbicos, espíritu libre, corazón activo y mente inquieta. Soy traductora de profesión y content manager, copy y estratega digital en contenidos por satisfacción y decisión; apasionada de lo digital y admiradora de la vida real; amante de los peludos perrunos, la lluvia y la comunicación; divertida, sarcástica, paciente, emocional, musical y reflexiva.